Welcome to our website !

:3

la secre.....

By 17:30


Moni fue a la oficina como siempre. El jefe la había llamado para tomar notas de un informe. Ella ya sabía lo que significaba; pocas veces el jefe enviaba informes a algún lado. Era una excusa para cerrar la puerta, y que ella se la mamara. Incluso a veces se la había cojido en la oficina, sobre el escritorio.
Pero al ingresar en la oficina vió que había otros 3 hombres más allí, sentados conversando con Raúl, su jefe.
- Cierre la puerta Mónica.- Pidio el jefe. Ella obedeció.
- Muy bien. Les contaba aquí a los muchachos de lo bien que mama usted mi verga Mónica.- Ella no daba crédito a lo que decía.- Y del sabroso culo que tiene usted; estrechito, firme... una delicia.-
- Pero Raúl ¿Cómo se le ocurre?- Comenzó Moni. El no la dejo terminar.
- Mónica, yo sé que usted es casada y tiene niños. Y le debo un favor a estos caballeros. Lo que deseo es que usted salvaguarde su familia y yo mi posición. Eso es todo. Tiene...- miró con ironía a Mónica y luego su reloj.- treinta segundos para decidirse.-
Ella se asustó ante la idea de que su familia se enterara de lo que venía pasando con Raúl. Además, pensó que realmente había algo entre él y ella. Ambas cosas la hacían sentir mal.
- No me deja muchas opciones Raúl... pensé que lo nuestro era distinto.- 
El sonrió con un dejo de lástima en los ojos.
- Mónica, nunca hubo un nosotros... ahora a lo nuestro.-
Y diciendo eso se bajó la bragueta, sacando fuera un generoso pene, ya algo entumecido. Lo apoyó sobre el escritorio, y Moni, obediente, se acercó e inclinándose sobre la mesa, se lo metió en la boca.
Mientras comenzaba a mamar la verga de Raul, sintió muchas manos pasando por su cuerpo. Le quitaban la bombacha. Desabrochaban la blusa, y el brassier. Sintió de pronto una legua en el ano. Lamía con intensidad, la lengua casi penetrándola. Luego un dedo que comenzó a jugar en su culo, entrando y saliendo, y la lengua que seguía al dedo, cada vez más profundamente dentro de ella. 
En tanto, comenzó a sentir otro par de dedo y lengua, pero en su vagina. Al principio torpemente intentado hallar su clítoris. Ella lo guió con la mano. Entonces el hombre comenzó a pasar velozmente la lengua sobre el clítoris, en tanto le hundía ahora ya un par de dedos en la vagina.
El tercer invitado le acerco la verga al rostro, y poniéndose codo a codo con Raúl, exigieron que ella hiciera turnos con ambos. Mientras masturbaba a uno, mamaba al otro.
La situación siguió así por unos minutos, hasta que todos estuvieron en clima, momento en el que las lenguas y dedos se retiraron, y los hombres de detrás empezaron a acomodarse en el escritorio para poder metérsela. Uno de ellos se acostó en el escritorio, agarrando a Moni y haciéndola moverse sobre él, hasta quedar acostada boca abajo sobre él. Entonces le metió la verga en la vagina, hondo y de repente, arrancándole un gritito. Los dos que le daban de mamar se movieron para poder seguir con lo suyo, en tanto el cuarto tipo se acomodaba parado detrás de ella.
Al cabo la cuarta verga entró en el culo de Moni. Fue un poco más gentil que su compañero, y además ya le había estado colando varios dedos, por lo que el ano ya se había dilatado. Ahora la cojian por ambos orificios, mientras Raul y el otro le daban de mamar. En un momento se excitó tanto que pidió ambas vergas, y trató de mamarlas al mismo tiempo. Pero era demasiado, así que tuvo que contentarse con chuparlas de a una, en tanto con ambas manos masturbaba al otro, una mano en la verga y las otra amasando los huevos.
Luego de un rato de tan arduo ejercicio, y ya con el ano a punto de reventar, sintió que los tipos estaban cerca de acabar. Por fin, no aguanto más, pensó Moni en medio de esa lluvia de vergas.
Entonces sí Raul y el otro se arrimaron lo más posible entre sí, y apuntando ambas vergas a Moni, le rociaron cara y boca con un torrente de esperma caliente. Gruesos chorros goteando de sus mejillas y nariz, en tanto ella con la boca abierta recibía una parte en la garganta. 
- Siiiii, traga todo, putita.- Le decía el amigo de Raul, en tanto le pasaba un dedo por la cara, juntando semen, y metipendoselo en la boca. Y ella lo chupaba.
Los de atrás estaban ya listos también, a juzgar por la renovada presión que sentía tanto en la vagina como en el culo, signo del agrandamiento de las vergas antes de acabar. Entre gemidos contenidos, ambos hombres la inundaron con semen, mientras seguían frenéticamente bombeandola por ambos orificios.
De repente todo se calmó. Los hombres tosieron incómodos, ya todo terminado. Pasaron delante de ella en fila para que les limpiara las vergas. Ella mamó más semen aún del que esperaba. Luego cerrando braguetas y acomodándose la ropa, se aprestaron a partir, en tanto ella aún seguí tirada sobre la mesa, semidesnuda y con el culo y la vagina rojos, y la cara bañana en esperma.
Salieron en silencio de la habitación. El último fué Raul.
- Perdón.- fue todo lo que dijo.
Ella se vistió entre lágrimas, limpió su rostro como pudo, y salió de allí sintiendo las miradas de todas sus compañeras de piso, que evidentemente no desconocían lo que había pasado.
Al día siguiente envió su renuncia.

You Might Also Like

0 comentarios

Comentarios

(o.o)F